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Grabado de la “Breve informe sobre la destrucción de las Indias” de Bartolomé de las Casas (1552) |
“Si la historia la escriben los que ganan
“Quien quiera oir que oiga!”
Litto Nebbia
Un buen ejemplo de la mirada eurocéntrica extrema es la expresión “Japón, la tierra del sol naciente”.
Decir eso vale solo para la mirada de los occidentales, desde donde la gente debe mirar al mundo claro, como cualquier persona decente sabe...
En las escuelas occidentales se les enseña a nuestros pibes sobre vida y obra de Colón y es ineludible desde siglos hablar del Descubrimiento de América, conmemorado ayer en nuestro país, pero ahora con un nombre mas decente Día del Respeto a la Diversidad Cultural.
Descubrir, en buen romance significa encontrar algo previamente desconocido (pero no solo para mí, sino para todos). Si Ud. viaja a Bahía de San Salvador por primera vez, ¿podría uno decir “Yo descubrí Bahía”?
Diría “conocí Bahía”, porque tengo la noción de que los demás ya saben que existe ese lugar. Ahora si creo que soy el centro del mundo y llego América y doy por hecho que nadie antes lo hizo, yo la descubrí...
Hace 16.000 años que eso es una mentira de tamaño respetable.
Análisis del ADN de antiguos restos óseos humanos en nuestro continente, sugieren que una pequeña tribu de de Siberia cruzando el Estrecho de Bering hace unos 16.000 años pobló las Américas. Durante muchos años, diferentes ramas de estos migrantes se expandieron por la costa del Pacífico y del Atlántico hacia el sur, mezclándose con olas anteriores o reemplazándolas en los últimos 9.000 años. Algunas de estas poblaciones prosperaron y se convirtieron en ancestros de los pueblos indígenas de todo el hemisferio.
¡Esta gente sí que descubrió América, amigo! ¡No había nadie cuando llegaron hace más de 15.000 años! No solo la descubrieron sino que la caminaron y la habitaron en toda su extensión.
Los genetistas que investigaron los esqueletos recuperados en América del Norte y del Sur descubrieron que el ADN extraído de huesos hallados en Chile y en USA muestran un “patrón familiar” lo que deja claro que pertenecían a un tronco común. También fue posible calcular el tiempo que tomó la migración de los llegados desde Asia para bajar hasta Tierra del Fuego. La migración unos tomó pocos siglos.
El mentado Encuentro de Dos Mundos, como los españoles llamaron a su llegada a América, pronto mostró su cara mas amarga para el equipo local. La convivencia de los españoles con los pueblos originarios fue pacífica de entrada, hasta que a un genio vocero de la Corona se le ocurrió decir que “los indios no tienen alma, no son personas, son salvajes y perezosos para trabajar.” Allí comenzó la Conquista en serio con su correlato de crueldad y muerte. Nunca nos hemos detenido a reflexionar sobre quienes en verdad, fueron los salvajes. Evangelización, sangre, fuego, trabajo a destajo no remunerado y muerte fue el único destino cierto para a un nacido en América.
Cuando Colon hizo su último viaje, la población americana ya estaba sometida a la esclavitud perpetua.
La única voz que condenó la incongruencia de la evangelización sobre la esclavitud de los pueblos originarios fue la del fraile dominicano Bartolomé de las Casas.
En Valladolid, ante las denuncias de este hombre, se celebró en 1550 un debate histórico sobre el perfil de la Conquista española y los mortales abusos sobre los dueños de la tierra americana.
El teólogo español Gines de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas fueron los principales expositores en la luego llamada Controversia de Valladolid. Nos hubiera encantado que nuestros maestros nos hablaran de este debate público donde se criticó moral y éticamente a toda la Conquista Española en la misma España.
Honra entonces al solitario fraile dominicano que hace 450 años dijo la verdad sobre la conquista que hoy la escuela les niega a los americanos. Eso sería lo que habría que recordar y celebrar cada 12 de Octubre.
Eso es Respeto a la Diversidad Cultural en serio, y por favor...
¡Dejémonos de joder con el descubrimiento de América!
¡Y bien Bartolo ahi!
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